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VICTOR HUGO: “Me siento en una etapa de despedida, queda poco tiempo”

El periodista dio una entrevista exclusiva para Infobae antes de ser internado. Habló de Maradona, de su vínculo con Alberto y Cristina y de la que considera la etapa final de su carrera

Coordinar una entrevista con Víctor Hugo Morales no es difícil, es distinto, ya que no usa celular. La gestión fue vía Julián Capasso, uno de sus productores de mayor confianza. El día pautado originariamente era el viernes 27 de noviembre a las 17 en su departamento, ubicado sobre Avenida Libertador. Pero la fecha y la locación se vieron forzosamente modificadas. ¿El motivo? La muerte de Diego Maradona.
La idea era hacer un recorrido por toda su vida, pero ante semejante dolor, fue postergada para el viernes siguiente, de modo que pudiera darle tiempo al alma para reconstruirse. El horario fue mismo, el lugar no: el Estudio 2 de C5N donde el periodista participa a diario con su editorial.

Llegó a la nota puntual y sin celular: hacia falta verlo para comprobar que esa circunstancia era cierta.

Se lo veía entero, pero con dificultades al escuchar. La entrevista duró más de una hora con agenda abierta. Esa misma noche el relator debió ser internado por problemas cardíacos: “Estuve cuatro o cinco segundos con el corazón parado”, revelaría cinco días después, antes de recibir el alta de una cirugía en la cual le colocaron un marcapasos.
Este domingo 13, aquel reportaje sale publicado en Infobae luego de las oportunas postergaciones. Definitivamente el corazón de Víctor Hugo necesitaba un refuerzo extra por tanta perdida.
Víctor Hugo hoy, Víctor Hugo ayer

—¿En qué momento de su carrera y de su vida se siente?
—En la despedida, queda poco tiempo, supongo. Yo sigo trabajando. Mientras haya herramientas que me permitan decir lo que quiero y físicamente pueda, continúo. Indudablemente esta es una etapa final. No sé si un final de un año, dos o tres, pero estamos ya dando las hurras.
—¿Qué fue lo mejor que hizo en su vida?
—Luchar por márgenes de libertad infrecuentes. He sido una persona, quizás con las dificultades y peligros que eso entraña, muy libre. He sido una persona que pudo hacer su vida como quiso.
—¿Hubo algún momento en particular en que se sintió amenazado o en peligro?
—Yo creo que la Ley de Medios y su discusión trajo una división muy tajante, muy profunda en los sectores periodísticos como nunca había habido. Y en ese momento yo fui individualizado como alguien que había quedado de un lado que para el periodismo más hegemónico no le resultaba grato. Se lanzó una persecución, hubo mentiras atroces que hubo que sobrellevar. Después fui engrosando la piel, me fui acostumbrando y creando mecanismos de defensa personales, y ya dejó de ser, me parece, algo tan grave. Fue una gran sorpresa para mí, yo había sido un periodista muy mimado hasta 2010, hasta finales de 2009. Relator de fútbol esencialmente. Una participación política en un mundo que no tenía la división que vino a traer la Ley de Medios. Convivíamos perfectamente. No estábamos con este nivel de confrontación que se dio cuando apareció la Ley de Medios, y ahí se produjo una separación como si tiraras una bomba y unos corren para un lado y otros para otro.
—¿Recuerda algún momento en especial?
—En febrero de 2010 apareció un mail que era complementario de todas las cosas que en ese momento estaban operando contra mí, por el que decían que yo había recibido diez millones de dólares para ser partidario del Gobierno. Yo no le di importancia, pero después hubo quienes me dijeron, expertos, conocedores, que eso llegó a millones de personas. Durante todo ese año y un poco del año siguiente eso seguía corriendo. Y es muy difícil defenderte contra una infamia, contra una fake news, como decimos ahora, de esa naturaleza. Y te provoca una situación de indefensión frente al ataque de cualquier persona que, al discrepar contigo poniendo el dinero de por medio, consigue afectar tu discurso. Argumento contra argumento a veces la gente no puede, pero si vos decís que la persona argumenta porque le pagan, lo estás minimizando de tal manera que pierde todo valor lo que dice. Eso me pasó, eso fue sumamente grave.
—¿Su familia lo acompañó siempre?
—Si miro para atrás, lo único que encuentro es una vida, hasta ahora, gracias a Dios, extraordinaria. Todo lo que soñé y lo que no soñé ha sido cumplido, y en eso me ha acompañado permanentemente mi familia. Mi vida es un viaje, y ha sido muy provechoso. Después, tengo una situación económica muy inmensamente superior a la de mi origen humilde, inimaginable. He tenido respeto y consideración de mucha gente. Perdí el de un buen sector de la sociedad, sobre todo del que estaba más vinculado con la derecha, pero bueno, yo mismo me lo busqué, podría decirse, por mi manera de salir a pelear en mi profesión.

—En un momento usted fue muy crítico del Gobierno de Néstor Kirchner, ¿por qué?
—He sido crítico de Kirchner, he sido crítico de Alfonsín, que fueron personas que en el balance, cuando mirás en perspectiva, fueron de un extraordinario valor en el país. Yo con Kirchner empecé muy bien. En 2005 él me ofreció la presidencia de ATC, fijate que había una muy buena relación. 2005, 2006 no me acuerdo. Y en 2007 él firma lo de Multicanal y Cablevisión, para mí un pacto con el diablo. Y eso motivó que hubiese una carga crítica muy fuerte contra ese tema. Ya en el final de 2008, cuando terminan con las AFJP y pasan a lo que es hoy en día ANSES, yo sentí que ese Gobierno representaba muchas de las cosas que soñaba que se hicieran de esa manera. Y desde entonces, podría decirse, desde 2010 en adelante, a partir, además, de un hecho en el cual yo cometí un error, porque después de estar con una visión muy favorable de lo que Kirchner hacía, apareció aquella fake news de los 2 millones de dólares que había comprado, y yo fui atrozmente crítico, después de haber estado de buenas con Kirchner, de eso, porque nosotros nos informamos por los diarios, uno lee Infobae, pasa por Clarín, Nación, Página y más o menos compone su punto de vista. Si vos lees en los diarios más importantes que una persona compró siendo el esposo de la presidenta 2 millones de dólares para atesorar, estás frente a alguien impresentable. Eso generó una crítica furiosa de mi parte dos días seguidos. El segundo día él me llamó por teléfono, yo nunca lo conocí, nunca lo vi a Kirchner en persona. Me llamó por teléfono para ofrecerme todo, que me lo mandaba en ese momento, todo lo que demostraba que no había comprado ese dinero para atesorarlo, que había comprado hasta el límite legal, poniendo su nombre, y me mandaba todos los papeles, lo que quedó claramente demostrado con el tiempo cómo había utilizado esos dos millones de dólares inmediatamente después de la compra.
—¿Qué sintió respecto de ese hecho concreto?
—Fue una experiencia para mí muy traumática, porque cometer una injusticia, decir una mentira, aunque no naciera de uno mismo, es algo muy grave. Yo estaba convencido en aquella época de que los Kirchner eran corruptos, en 2009, en 2008, en función de lo que estaba surgiendo periodísticamente. ¿Yo de qué me alimento? Yo no estoy investigando, yo le creo a los medios. En aquella época no estábamos preparados para saber que los medios por sus intereses podían mentir como lo hacen hoy día.
—Si se cruza con un vecino, ¿cómo describiría a los medios hoy y cómo le diría que para usted ellos mienten?
—Mirá, mentir se da, lamentablemente, en forma consuetudinaria, por los diarios dominantes. Infobae tiene sus defectos, pero yo a Infobae le tengo un lugar distinto en mi consideración, porque Infobae es noticia, este es el negocio de Infobae, y piensa como piensa. Yo no tengo problemas, no los tenía con La Nación hasta la etapa que vino después de la Ley de Medios. Entonces Infobae comete errores, tiene un posicionamiento ideológico que no comparto, pero yo leo, yo consumo Infobae y sé que en la mayoría de los casos da todo tipo de noticias. En muchos casos me ha parecido que pudieron haberse evitado la caída en una fake news o en un comentario que no se podía constatar, pero no es lo mismo. Entonces los medios que dañan, lo que viene a ser Fox en Estados Unidos, aquí son Clarín y La Nación. Están jugando desde hace mucho tiempo, además, como si fueran la moto y el sidecar que va al lado, juegan de esa forma, y es un periodismo que me avergüenza muchísimo.
Fuente: Infobae

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