UNNE: Educación Permanente de Jóvenes y Adultos, una modalidad educativa afectada por la pandemia
Pese a esfuerzos del Estado Nacional y los gobiernos provinciales, la Educación Permanente de Jóvenes y Adultos (EPJA) fue una de las modalidades educativas más afectadas en el país por la suspensión de actividades presenciales por la pandemia. La profesora Gladys Blazich, especialista de la UNNE, opinó que la pandemia tornó visibles problemáticas previas de este nivel educativo y la inequidad respecto a derechos conquistados por otros niveles educativos. Planteó algunos desafíos a futuro para la EPJA.
El actual contexto de la emergencia sanitaria por el Covid 19 generó la suspensión de actividades presenciales educativas, obligando al uso exclusivo de propuestas educativas “a distancia” y a través de distintas herramientas TIC.
En los distintos ámbitos de debates o en los medios de comunicación, poco se ha hablado de lo que ocurrió con la Educación Permanente de Jóvenes y Adultos en Argentina, al menos en la medida en que sí se expusieron las acciones tendientes para garantizar la continuidad educativa en otros niveles.
En ese sentido, para conocer la realidad de la Educación Permanente de Jóvenes y Adultos en el marco de la actual pandemia, el Departamento de Comunicación del Rectorado de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) consultó a la profesora Gladys Blazich.
Blazich es Especialista en Gestión y Conducción del Sistema Educativo y sus Instituciones; Docente de la Cátedra Educación de Adultos de la Facultad de Humanidades de la UNNE; e integrante del Instituto de Investigaciones en Educación (Hum-UNNE).
Desde la experiencia de trabajo de la UNNE en articulación con las instituciones, docentes y estudiantes de la modalidad, la profesora Blazich expuso su opinión respecto a la situación en el país de la EPJA, y en particular en Chaco y Corrientes, en cuanto a la adaptación a la nueva forma de continuidad educativa durante lo que va de la pandemia.
REALIDADES VISIBILIZADAS
“La pandemia dejó al descubierto algo que, si bien ya conocíamos los que trabajamos en el campo de la EPJA, se expresó en todas sus dimensiones: las grandes desigualdades y las brechas digitales que existen en la población, y que inciden especialmente en los sujetos de la modalidad EPJA, tanto docentes como estudiantes” manifestó.
En ese sentido, sostuvo que la educación permanente de jóvenes y adultos fue una de las modalidades educativas más afectadas en todo el país dado que atiende, en general, a población en estado de vulnerabilidad social, por tanto, muy afectada no sólo en lo educativo sino en lo económico ya que muchos son trabajadores informales que perdieron el sustento cotidiano.
En cuanto al acceso a la red internet, expresó que el país tiene un escenario heterogéneo, según el lugar de residencia y la situación socioeconómica, y puede señalarse que algunos grupos de la EPJA cuentan con computadora y acceso a internet o smartphones, pero la gran mayoría apenas tiene un teléfono, y de esos, sólo algunos con whatsapp.
En el interior el acceso a la red se agrava debido a la mala conectividad de algunas zonas.
Al respecto, comentó que el informe GIPE-CEAAL (2020) afirma que en Argentina, cuando se hizo la entrega masiva de computadoras para estudiantes, éstas no llegaron a las escuelas de adultos.
“Lo mismo podría decirse en torno a otros derechos conquistados por otros niveles educativos”, como las becas estudiantiles para quienes se encuentran cursando sus estudios secundarios, las viandas o refrigerios, y el boleto estudiantil.
Indicó que esas son conquistas que no han logrado llegar al área de Adultos, y que “esta situación de pandemia y aislamiento social obligatorio, no hace más que recrudecer”.
A nivel nacional, a partir de una encuesta suministrada a docentes de la EPJA que conforman la Red Estrado, la misma red elaboró el Informe RED ESTRADO-ARGENTINA, cuyos datos se presentaron en mayo de 2020, en el que se exponen lo sucedido en la modalidad durante el ASPO.
La situación más crítica se encontró entre los adultos jóvenes de entre 16 y 18 años ya que a partir del aislamiento obligatorio, sólo están trabajando (a distancia) las Escuelas Primarias, los Centros Educativos de Nivel Secundario (CENS) y el Plan FinEs, aunque con dificultades.
Asimismo, se suspendió el funcionamiento de la Secundaria con Oficios y su eventual cierre generó incertidumbre entre docentes y estudiantes.
Una situación similar se encontró en las escuelas en contextos de encierro, escuelas de oficios y formación profesional. Cientos de docentes que venían desempeñándose en el Plan FinEs se encuentran sin empleo, al menos en esa oferta y lo mismo ocurre con instructores e idóneos de algunos Centros de Formación Profesional.
En el caso de la formación técnico profesional, hace que sea más complejo el dictado de clases por sus características prácticas.
RESPUESTAS DEL ESTADO Y LAS INSTITUCIONES
La investigadora de la UNNE comentó que a partir del ASPO, el Estado Nacional y los gobiernos de las provincias de Chaco y Corrientes dispusieron plataformas educativas con diversas propuestas.
Chaco dispuso de ‘ELE’ Chaco – Plataforma Educativa Chaqueña, con una sección para la educación permanente de jóvenes y adultos, nivel primario y secundario que contiene actividades por áreas disciplinares.
Corrientes organizó la plataforma “Aprendemos Todos” con aulas virtuales para jóvenes y adultos, también para el nivel primario y secundario.
“Pero como mencioné anteriormente, uno de los grandes problemas es la falta de conectividad necesaria para el acceso de las y los estudiantes a esas plataformas” indicó Blazich.
Agregó que los docentes también fueron afectados por la falta de dispositivos, conectividad y de herramientas pedagógicas para hacer frente a esta coyuntura.
Aun así, los docentes encontraron distintas vías para tratar de mantener la continuidad pedagógica; algunas veces los que accedían a las plataformas eran ellos mismos para bajar el material y enviarlos por whatsapp a los/as estudiantes que poseían la aplicación.
Los estudios realizados hasta el momento indican que esta aplicación fue la más usada tanto para la comunicación como para el envío de material de estudio.
Pero también los docentes imprimían los materiales y los entregaban en la escuela, por ejemplo, cuando los estudiantes asistían a retirar la ración alimentaria, vía que también utilizaban para recibir las actividades para su corrección.
CONTINUIDAD PEDAGÓGICA
“Es muy difícil de evaluar la continuidad pedagógica en ciertos ciclos de la EPJA, fundamentalmente en el nivel primario, el ciclo de alfabetización por caso, ya que los destinatarios son los que menos herramientas tienen para trabajar solos o de manera remota” estimó la profesora de la docente de la Cátedra Educación de Adultos de la Facultad de Humanidades de la UNNE.
No obstante, aclaró que se están desarrollando experiencias virtuales inéditas como en la provincia de Corrientes, pero habrá que esperar la evaluación de sus resultados.
Remarcó que una de las problemáticas principales de las escuelas para jóvenes y adultos es generar y mantener la matrícula y los docentes fundan la continuidad de los estudiantes en los vínculos de afecto y contención que se dan en la presencialidad, en la escucha atenta y en el compartir cotidiano.
“Habrá que indagar más en cómo se desarrolló esta situación. Un futuro proyecto de nuestro equipo de investigación ahondará en estas cuestiones el próximo año” comentó.
DESAFÍOS
La especialista de la UNNE se refirió además a la medida en que la inclusión digital representa un desafío para la Educación Permanente de Jóvenes y Adultos y los desafíos que, quienes desde la ciencia, avizoran para la Educación Permanente de Jóvenes y Adultos para la post-pandemia.
Detalló que la Ley de Educación Nacional considera a la educación como un derecho y como tal, es garante de hacerla efectiva; por ello, debe establecer mecanismos para que toda la población acceda independientemente de las diversas situaciones y contextos posibles.
En este sentido, se tendrá que seguir trabajando en los aspectos que más atención requieran para que este principio se lleve a cabo, en especial en la modalidad de educación permanente de jóvenes y adultos.
“Es innegable que el aula, en la educación formal presencial, es un lugar donde se construyen y se apropian conocimientos. Es un espacio de charla donde se tejen vínculos y es el tiempo del trabajo compartido” expresó sobre la relevancia de la presencialidad en la EPJA.
Agregó que la escuela es el ámbito privilegiado que brinda oportunidades de acceder a ciertos bienes culturales que no siempre están presentes en los contextos cotidianos.
“En tiempos de sociedades digitalizadas, es indispensable diseñar estrategias para que jóvenes y adultos manejen equipos y dispositivos pero que también desarrollen capacidades para comprender, evaluar, seleccionar y usar la información en los medios digitales para enfrentar y resolver demandas de la vida cotidiana” opinó la profesora Blazich.
Para finalizar destacó que “no se trata de consumir información, sino de crearla. Por ello es un desafío constituir esos espacios, mejorarlos en el tránsito a la nueva normalidad y fortalecerlos para cuando se vuelva a clases”.