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MISIONES: estudian si circulan otras variantes de coronavirus

El caso de la familia con Covid-19 que falleció en San Vicente tiene en alerta a las autoridades sanitarias. Llama la atención la virulencia del cuadro que se cobró la vida de una mujer de 31 años embarazada y el hijo que gestaba, y sus padres de 51 y 61 años.

Según confirmaron a El Territorio, a la última fallecida, la madre de la embarazada, se le tomaron muestras genéticas que se enviaron al Instituto Malbrán en la Ciudad de Buenos Aires, el objetivo principal es poder saber qué variante contrajeron y si en Misiones circulan o no las más contagiosas como la variante de Manaos o la británica. Aunque en Argentina también hay circulación, en las grandes ciudades, de la variante Andina y la de Río de Janeiro.

Hasta el momento en la provincia no hubo registro de otras variantes que no sean la de Wuhan y de manera aleatoria se envían constantemente muestras de los casos positivos de Covid-19 al Malbrán, para secuenciar el genoma del virus.

A nivel local, el centro de referencia de procesamiento de muestras es el Laboratorio de Alta Complejidad de Misiones (Lacmi), que funciona en el Parque de la Salud y forma parte de la Red Nacional de Vigilancia de Virus Respiratorios.

Tal es así que cuando llega algún paciente de otra provincia o el exterior y es positivo para Covid-19, se manda la muestra a la Capital Federal para su secuenciación.

Pero ahora la mirada también se posa sobre los municipios con frontera o próximos al Brasil, donde las variantes de Manaos y Río de Janeiro son predominantes.

Cronología
En exclusiva habló ayer con este medio Romina P., hermana e hija de los fallecidos, y relató el paso a paso de cómo se contagiaron hasta el deceso de sus seres queridos.
“Mi hermana estuvo internada la semana antepasada durante tres días en una clínica de Oberá, pero era por una situación de su embarazo, que estaba prematuro y quería nacer el bebé, mi mamá se quedó con ella esos tres días en Oberá y cuando vinieron llegaron congestionadas, como con una gripe”, contó.

“A los días mi papá también arrancó congestionado, con tos y a mi hermana le dio fiebre pero el médico le dijo que no podía tomar nada por su embarazo, entonces se ponía paños con agua fría. Pero el médico en ningún momento le dijo a mi hermana para hacerle un test de Covid-19”, afirmó.

La mujer señaló que sus padres aún no estaban vacunados. “Por la edad tenían que ir a pedir un certificado al médico. Era todo un tema y no fueron”, dijo.

Rápidamente sus padres empezaron a tener dificultad respiratoria. “Eso era lo que más le afectaba, entonces los llevé al Samic de San Vicente y directamente los aislaron, le hicieron el test que salió positivo y al otro día ya estaban los dos intubados y en eso mi hermana también ya estaba en terapia, pero en Oberá”, explicó y aclaró que ella dio negativo al test.

Y siguió: “A mi hermana se le internó un viernes 23 de abril, aguantó una semana y falleció el 30. En el medio tuvo todo el proceso para sacarle al bebé, que ya estaba muerto, pero como ella estaba muy débil no le podían hacer la cesárea. Estaba de siete meses y medio”.

En tanto que los padres de la embarazada fallecieron el miércoles 5 y jueves 6 de mayo y fueron incluidos en el parte epidemiológico de ayer. Todos fueron inhumados en el cementerio sanvicentino.

“Nadie nos explicó por qué fue todo tan repentino y por qué le afectó tanto el organismo, porque mi hermana era sana de los pulmones, de los riñones, del corazón y cuando estaba en terapia le hicieron diálisis cinco días y cuando no funcionaron más los riñones le atacó al corazón, le dio un paro y falleció”, precisó Romina, muy emocionada.

Y sobre sus padres, indicó: “Mi papá tenía solo un riñón desde hace 26 años y todo el tiempo hacía tratamiento para eso, pero otra cosa no tenía. Mi mamá tenía un poco de sobrepeso y el médico nos dijo que el virus se apegaba más a las personas obesas”.

Todo es dolor e incertidumbre para esta familia sanvicentina que aún no sale del impacto que les ocasionó la pérdida de tres de sus afectos. Es que la embarazada fallecida tenía además un hijo de 9 años que no hace más que preguntar por su madre y abuelos.

“Él ahora está con el papá y a veces conmigo. Cuando el papá empiece a trabajar va a quedar conmigo, como éramos muy unidas con mi hermana estoy ahora ayudando a mi sobrino que me necesita, él está muy shockeado, fue un golpe tremendo vivir la muerte de uno atrás del otro, algo muy fuerte. Para nosotros es algo de no creer”, finalizó.

Fuente: El Territorio

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