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Messi se reintegrará mañana al plantel del Barcelona luego de su escandaloso intento de salida

Antes de sumarse a las prácticas, el argentino tendrá que realizarse un examen serológico y luego otros dos PCR antes del 15 de septiembre, como impone el protocolo por la pandemia.

El astro argentino Lionel Messi volverá a encontrarse mañana con sus compañeros del Barcelona cuando se reintegre a los entrenamientos después de su intento fallido de salida del club, en el que finalmente permanecerá para cumplir el contrato que lo liga hasta junio de 2021.
La vuelta de Messi significará un cierre simbólico del culebrón que mantuvo en vilo al fútbol mundial desde que comunicó su deseo de marchar del club catalán, el pasado 25 de agosto.
El argentino, según una información del diario Marca, se sometió hoy a un test PCR de coronavirus en su casa del municipio de Casteldefels y, de no registrar positivo, mañana acudirá a la Ciudad Deportiva de Sant Joan Despí para comenzar la pretemporada que el resto del plantel realiza desde el lunes pasado.
Antes de verse la cara con el nuevo director técnico, el neerlandés Ronald Koeman, el rosarino tendrá que realizarse un examen serológico como indica el protocolo, que también le impondrá otros dos PCR antes del 15 de septiembre.
LaLiga de España se iniciará el próximo fin de semana pero Barcelona tiene postergado su debut contra el Elche recién ascendido, que dirige el argentino Jorge Almirón, y debutará entre el sábado 26 y domingo 27 frente a Villarreal por la tercera fecha.
Previamente, el equipo jugará al menos dos amistosos: el sábado próximo ante el Nástic de Tarragona y el miércoles 16 frente al Girona.
En el encuentro de mañana con Koeman, que será a las 12.30 de Argentina, la atención estará puesta ahora en la decisión sobre quién será el capitán del equipo, aunque todo indicaría que la cinta la volverá a llevar Messi, según destaca la prensa catalana.
Los otros capitanes del plantel son Sergi Busquets, Gerard Piqué y Sergi Roberto y los tres continuarán en el plantel azulgrana para la próxima temporada.
El eventual desplazamiento de la capitanía podría ser el único gesto disciplinario contra el argentino, ya que el club tiene previstas sanciones de ningún tipo por sus faltas de la última semana cuando todavía se mostraba en rebeldía para marchar del club.
El astro, que el 17 de septiembre cumplirá 20 años en el Barcelona, anunció el viernes que continuará en la entidad «culé», pero no ahorró críticas hacia el presidente, Josep María Bartomeu, a quien acusó de «no haber cumplido con su palabra».
Incluso profundizó su cuestionamiento al asegurar que en el club «hace tiempo que no hay proyecto ni nada», lo que generó un profundo malestar en Bartomeu.
En su entrevista del viernes con el sitio Goal.com, al que eligió para dar la noticia que mantuvo en vilo al fútbol mundial, Messi dejó entrever que se queda a disgusto y sólo para evitar hacerle juicio al club de su vida.
Su estrategia de salida se desvaneció durante la reunión que el presidente mantuvo con su padre y representante, Jorge Messi, en la que se exigió el pago de una cláusula de rescisión de 700 millones de euros.
El argentino, basado en la asesoría de sus abogados, creía tener derecho a romper el contrato de manera unilateral mediante la interpretación de un artículo que lo habilitaba a hacerlo dentro de los diez días posteriores al término de cada temporada.
En virtud del desplazamiento del calendario por la pandemia de coronavirus, Messi entendía que el plazo estaba vigente cuando notificó al club mediante un burofax (carta documento), el pasado 25 de agosto, dado que el ciclo 2019-20 en Europa había terminado el domingo 23 con la final de la Liga de Campeones en Lisboa.
Sin embargo, Barcelona se amparó en la literalidad del contrato que marcaba el 10 de junio como fecha límite debido a que la temporada debía cerrarse el 30 de mayo de no existir la emergencia sanitaria mundial.
Como sea, Messi retrocedió sobre sus pasos para no exponerse a una demanda millonaria del club y también por la angustia que, según contó en la entrevista, generó en su familia la posibilidad de marcharse de la Ciudad Condal.
En ese contexto de tensión, el máximo goleador de la historia de Barcelona deberá reinsertarse en un equipo que de momento sumó como refuerzos al bosnio Miralem Pjanic y al portugués Trincao; perdió al croata Ivan Rakitic y está cerca de liberar al chileno Arturo Vidal y al uruguayo Luis Suárez, el gran amigo de Messi, para que continúen sus carreras en Italia.

Fuente: Telam

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