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Lautaro Acosta habló por primera vez tras la denuncia por violencia de género

El delantero de Lanús fue denunciado por su expareja, Ludmila Isabella, quien aseguró haber sufrido golpes y pidió la exclusión del hogar del deportista.

El delantero de Lanús Lautaro Acosta habló por primera vez, luego de que se conociera la denuncia por violencia de género que le realizó su ex pareja Ludmila Isabella.
«Acá, en el mejor lugar del mundo, haciendo lo que más me gusta, entrenando. Hace un tiempo que elegí mantener un perfil bajo en mi vida privada, guardar silencio y dejar que el tiempo acomode las cosas, y por sobre todo preservando lo más importante que tengo que es mi hijo», manifestó el jugador en su cuenta de Twitter.
Y agregó, junto una serie de fotos con su hijo, Benicio, de 4 años: «Madurar es alcanzar un equilibrio, y en ese camino estoy, aprendiendo, escuchando a los que saben. Y así voy, tranquilo por la vida y para adelante. Besos a todos y todas».
La denuncia de Ludmila Isabella
Ella realizó una denuncia pública a través de sus redes sociales, que luego formalizó en la justicia, y dónde mostró: “Iba a la pieza de Beni y me tapaba con la frazada al lado de él para que tenga un poco de compasión y pare o que le dé un poco de lástima para poder calmarse, pero eso no pasaba”.
“Ya no sé qué más hacer, necesito ayuda y hacerlo público para que pague todo lo que me hizo y se deje de manejar con tanta impunidad. Sufrí violencia física, psicóloga y económica, de lo peor que se puedan imaginar, tengo fotos y audios para demostrarlo”, sostuvo la joven.
Y agregó: “Me venía a buscar y me sacaba de los pelos hasta nuestra habitación, arrastrando, y así seguía torturándome. Me sentaba, hacía que lo mire y que le contestara todo lo que me iba diciendo. Me pegaba golpecitos en la cabeza o sopapos, mientras me seguía diciendo barbaridades como ‘no ves que sos una mogoliquita’, ‘negra de mierda’, ‘puta’, ‘no te da la cabeza’. Eso es algo de todo lo que pasé. Ni una cuarta parte”,
“Siempre creí en que él iba a cambiar y me equivoqué. Y otra vez volví a vivir el infierno que no le deseo a ninguna mujer, y menos con un hijo”, finalizó.

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