Desde la puerta de El Impenetrable a la Exposición Rural de Palermo
Viajó 1300 kilómetros siguiendo un camión
“Emoción indescriptible”: viajó 1300 kilómetros siguiendo un camión y habla de una sensación única en la Rural
El cabañero Miguel Pibermus, que coordina un programa genético que está en la zona de El Impenetrable, Chaco, llegó con 13 animales, tres de ellos de su propiedad.
“Venir desde la puerta de El Impenetrable, entrar a la gran ciudad y, después, bajar en el predio de Palermo es una emoción indescriptible”. Miguel Pibermus, con una sonrisa que delata su emoción, se sentó entre las filas de animales que trajo a la Exposición Rural de Palermo. Este cabañero, coordinador del programa genético El Mirador, ha logrado debutar en la prestigiosa exposición con 13 animales de las razas Brangus, Braford y Brahman, un sueño para muchos.
El camino hasta aquí no ha sido fácil. El programa genético El Mirador reúne a 10 cabañas en el Chaco repartidas en localidades como Las Breñas, La Tigra, Zaparinqui y Tres Isletas. “Estamos felices de haber podido atravesar todo el desafío de llegar a esta exposición. Vinimos conduciendo acompañando al camión [con los animales], así que entrar a Buenos Aires fue muy emocionante”, comentó Pibermus, quien no ocultó su alegría por poder traer la genética y ganadería desde el Chaco.
De los 13 animales de El Mirador, que está en el Paraje El Asustado, Chaco, a 1300 kilómetros de Buenos Aires, el cabañero tiene tres de ellos.
“Es un lugar muy remoto: la puerta de El Impenetrable. Es una región con poco desarrollo, donde la luz eléctrica llegó hace apenas unos años y el acceso sigue siendo complicado. Son casi 100 kilómetros de caminos difíciles y de tierra. La zona tiene escasas precipitaciones y los suelos no son los mejores. Enfrentamos muchas adversidades, por eso, con gran orgullo, mostramos lo que hemos traído”, comentó.
Relató que fue él quien convenció e insistió al resto del grupo a participar de la exposición. “Quería mostrarles que no es imposible, que se puede, que con perseverancia, con constancia, con dedicación, trabajo, sacrificio, inversión se puede llegar”, indicó.
Historia
La historia de Pibermus con el mundo de las cabañas comenzó hace unos años cuando se recibió de médico veterinario en la Universidad Nacional del Nordeste. Poco después de graduarse, comenzó a trabajar en la cabaña San Esteban, una de las que este año debuta con el grupo en la exposición. “Hasta ese momento conocía poco del mundo de cabaña, pero de a poco empecé a desarrollarme, a investigar y perfeccionarme. Así me fui formando”, dijo.
En 2015 dio un nuevo salto al empezar a armar más cabañas para otros productores y en 2019 se inició con su propia cabaña que describe como “algo chico”.
“Me gusta tener lo propio porque es también una forma de saciar mi pasión. Además se dice que cuando no es tuyo es más fácil, entonces intento hacer lo mío para también poder demostrarle al resto que se puede”, expresó.
En El Mirador se especializa en la transferencia embrionaria, realizando el 100% de su trabajo con esta técnica. Tiene un núcleo pequeño de donantes y coloca los embriones en receptoras de conocidos o de aquellos que estén interesados en incursionar en el mundo de la genética. “Siempre trato de buscar el equilibrio para nunca descuidar a los clientes y a los que me dieron la oportunidad de iniciarme”, afirmó. “Que los primeros animales nacidos de El Mirador ya estén en Palermo para mí es un orgullo y emoción enorme”, agregó.
El amor por la ganadería corre por las venas de Pibermus. Las tierras donde tiene su cabaña fueron compradas por su abuelo en 1950, quien le dio una parte a su padre, también “un ganadero de corazón”. El cabañero creció en el campo y a los 13 años asistió a un colegio agropecuario como pupilo. Luego comenzó sus estudios universitarios, tras los cuales regresó al campo en donde aun viven sus padres. Su madre es maestra de una escuela rural.
“Mi familia y mis dos hijos, que siempre me acompañan, me apoyan. Con María Emilia, mi esposa, trabajamos a la par para estar acá”, señaló el productor, emocionado. “No importa el resultado, pero queremos demostrar que, por primera vez en la historia, sí podemos competir y venir a mostrar lo que hacemos”, concluyó.
Fuente: LN Campo