Cuarentena | CABA: Se duplicaron los robos violentos a casas de familia
Un informe detalló que entre marzo y agosto hubo 8 mil asaltos a domicilios, en barrios comunes y en cerrados, mientras que en el mismo período de 2019 la cifra fue de 3.995.
Un informe destacó que, desde que comenzó el aislamiento social, preventivo y obligatorio, se llevaron a cabo, en Provincia y Capital Federal, 8 mil robos violentos a domicilios, más del doble que el registrado el año pasado.
El dato fue dado a conocer gracias a una nueva Encuesta Mensual sobre Inseguridad (EMI), realizada por la organización Defendamos Buenos Aires con la asistencia del Estudio Miglino y Abogados, la cual precisó que, entre fines de marzo, cuando comenzó la cuarentena obligatoria, hasta la fecha hubo «8.000 casos de robos violentos a casas y departamentos».
Según el relevamiento, quedó acreditado «el terrible aumento de robos a casas de familia durante la cuarentena», puesto que, «los casos que, entre marzo y agosto de 2019 habían totalizado poco más de 3.995», se duplicaron este año.
«Esto deja boquiabierto a más de uno porque implica que este año y durante la pandemia de coronavirus se duplicaron estos delitos, caracterizados por la extrema violencia que conlleva ingresar a robar a un domicilio, sabiendo que dentro hay personas dispuestas a defender su vida, su casa y sus bienes», agregó el documento.
Al respecto, Javier Miglino, director de Defendamos Buenos Aires, insistió en que «se duplicaron los hechos de robos a casas de familia, en barrios comunes y en barrios cerrados, en Capital Federal y en Provincia de Buenos Aires».
«A su vez, parecería que también se ha duplicado la ferocidad de los criminales que saben perfectamente que, al ingresar a una vivienda en presencia de sus moradores, podrán encontrar personas dispuestas a defender, a sangre y fuego, su vida, sus bienes y su propia casa», añadió.
Asimismo, Miglino advirtió que «los robos en hogares de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano durante la pandemia se vienen extendiendo a un ritmo vertiginoso, sobre todo en las últimas semanas, con menos controles policiales, de Gendarmería y Prefectura en las calles».
«El objetivo de los criminales que actúan en banda siempre es el mismo: desvalijar las viviendas, llevándose la mayor cantidad de objetos de valor o dinero que los damnificados tengan como ahorros o reserva. Acto seguido, cargan todo en un móvil para repartirse el botín y planear un nuevo asalto», agregó.
Por este motivo, el director de Defendamos Buenos Aires rememoró el golpe comando que se dio en el Club de Campo Haras San Pablo, del partido bonaerense de General Rodríguez, el jueves pasado a la madrugada, cuando «al menos seis criminales con ropas oscuras con escudos de la Policía, capuchas, gorras y armas largas y de puño, ingresaron al country y asaltaron tres casas».
«Se llevaron dinero, joyas, una camioneta en la que huyeron y hasta un importante arsenal de armas que tenían registrados dos propietarios. Previamente, habían encerrado en una garita al personal de seguridad del country que no está preparado para enfrentar semejante ejército criminal», lamentó.
Por otro lado, Miglino también recordó otro hecho de este estilo. «En Belgrano y sobre la calle Tres de Febrero al 2600, cuatro delincuentes ingresaron a una casa, aprovechando un descuido y encontraron a la dueña de casa sola porque su esposo y su hijo habían ido de compras a un supermercado francés de la zona», relató.
Y continuó: «Revolvieron todo y se llevaron desde el Ipad hasta las notebooks del hogar, más relojes, joyas y dinero en efectivo. Antes de irse ataron a la mujer que logró zafarse por sus medios y pedir ayuda a los vecinos ante la inexistente presencia policial en la zona».
De esta manera, el director de la citada ONG sostuvo que «la gente tiene miedo», ya que «estamos en una situación de extrema tensión». «Los miles de muertos por el coronavirus y las decenas de miles de infectados tienen a la gente sumamente preocupada y los ladrones lo saben».
«De ese modo, aprovechan cualquier descuido, desde una puerta mal cerrada a una mascota que tarda en ingresar al hogar, y se meten, sabiendo perfectamente que hay personas dentro», concluyó.