Provinciales

CHARATA: Artesanas moqoit en la Feria de Productos Charatenses, «Gracias al municipio, la feria nos está dando una salida para la labor que hacemos»

Por medio del municipio, a cargo de la intendenta María Luisa Chomiak, y del y al secretario de Gobierno de Charata, Pedro Llanos, artesanas de la etnia moqoit participaron de la Feria de Productos Charatenses este domingo. Las mismas dieron detalles acerca de la elaboración y la venta de sus productos.

Las artesanas forman parte de la etnia moqoit y son oriundas de Las Tolderías, un paraje ubicado a unos 25 km. al sureste de la ciudad de Charata. La gran mayoría de sus habitantes son aborígenes de la etnia Mocoví.

Delia Gómez, una de las artesanas, contó que aprendió de su suegra a hacer jarrones, «lleva mucho trabajo», señaló.

Asimismo, la artesana sostuvo, «durante todo este tiempo que estuvimos encerrados estuve trabajando igual». Además, indicó que «todos los años estamos en la feria de Quitilipi, pero este año no pudimos por la pandemia».

Relató que los trabajos se hacen con barro, «se calienta en el horno donde los cocinamos».

Además de Delia, otras dos artesanas también expusieron en la feria, Alicia Acosta y Zulma Niba.

Zulma explicó que el preparado de los trabajos consiste en, «poner el barro en un recipiente, se lo humedece y, cuando está listo para amasar, se lo une con hueso cernido». «Se deja estacionar por unas horas y después se empieza a armar las piezas, después se deja secar y se pasa el toque final que es una piedra que le da el brillo».

«Luego se deja secar por unos días y se lo precalienta en el horno», indicó la artesana, «una pieza nos lleva dos días más o menos, lo que más lleva tiempo son las terminaciones».

Zulma aseguró que en los jarrones se puede guardar agua, «si está sana la pieza conserva el agua fresca y no se daña, en algunas de las piezas también se puede cocinar, eran los utensilios de cocina de nuestros antepasados».

«Es una pena que no se les dé el valor que realmente tienen, porque lleva tiempo hacerlas y no todos tienen, son piezas únicas», destacó.

En este sentido, señaló que para curar una pieza, previo a cocinar en ella, se utiliza grasa comestible por dentro y fuera, se manera que no se quiebre y soporte el calor.

Los precios de los trabajos varían desde los $50 hasta $2000, según el tamaño de la pieza. «Hoy la feria nos está dando una salida para la labor que tenemos», afirmó Zulma.

Sostuvo que esto fue posible gracias a la intendenta de Charata, María Luisa Chomiak, «que nos dio un lugar, hicimos un curso con la municipalidad y, por mano de ellos, hoy estamos participando en la feria».

Noticias relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba