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25 de octubre de 1978: Muere en Buenos Aires el director cinematográfico y escritor Leopoldo Torre Nilsson

Renovó el estilo de filmación, hasta definir una imagen que hace reconocibles todas sus películas. Nació en Buenos Aires el 3 de febrero de 1924.
Leopoldo Torre Nilsson nació en Buenos Aires el 5 de mayo de 1924 y murió en la ciudad que lo vio nacer el 8 de septiembre de 1978, fue un realizador, productor y escritor argentino de vasta filmografía. Muchas veces llamado familiarmente con el apodo de Babsy, es uno de los directores más importantes y representativos del cine argentino. Considerado por el crítico de cine italiano Gian Luigi Rondi como el «número uno argentino», le dedicó un capítulo de su libro El cine de los grandes maestros.1 Sus películas de corte intelectual marcaron la nouvelle vague del cine argentino y consagraron a actores como Graciela Borges, Bárbara Mujica, Elisa Christian Galvé, Alfredo Alcón, Elsa Daniel y Leonardo Favio.
Biografía
Hijo del director Leopoldo Torres Ríos (pionero del cine popular) y de Clara May Nilsson, fundadora del Colegio Highlands de Vicente López en 1944 (hija de ingleses y con ancestros suecos); sobrino del realizador Carlos Torres Ríos, se formó en el medio cinematográfico. Entre 1939 y 1949 fue asistente de dirección de su padre en diecinueve filmes y colaborador en el guion de nueve de ellos.
En la mayoría de sus películas se ven reflejados temáticas literarias y conflictos de la clase media de la sociedad argentina de aquellos años.
Debutó en la dirección con el cortometraje El muro (1947), cuyos elementos evidenciaban una búsqueda literaria y cierto rechazo al cine demagógico.
En 1949 realizó su primer largometraje codirigido con su padre, El crimen de Oribe, adaptación de la novela El perjurio de la nieve, de Adolfo Bioy Casares.
Con La casa del ángel (1956) inició una intensa colaboración y producción con Beatriz Guido (escritora, novelista, guionista importante, de algunos films de Torre Nilsson: La caída, Fin de fiesta, La mano en la trampa), que generó un estilo denso y perverso que marcó a toda una generación de directores jóvenes en los años sesenta. Se conocieron en 1951 en casa del escritor Ernesto Sabato y su relación (desde el punto de vista creativo una de las más fructíferas de la época) duró veintisiete años, hasta su muerte. Fue inhumado en el cementerio Británico de Buenos Aires.
Ganador de numerosos premios en festivales de cine. En 1955, con Graciela, el Instituto de Cine de la Argentina lo reconoció como el mejor realizador del año y en 1957 lo premió por La casa del ángel. Fue uno de los fundadores de la entidad Directores Argentinos Cinematográficos en 1958.2
Los directores de cine Javier y Pablo Torre son hijos de su primer matrimonio.

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